Muchos saben que Cristo murió para salvarles, pero siguen pensando que ellos necesitan hacer
algo más para lograr o asegurar su salvación. Sienten que frente a Dios deben pagar algún precio
más para ser libres del peso de su pecado.
‘Recuerda que Dios nos salvó y escogió para su santa obra no porque mereciéramos sino porque desde antes que el mundo comenzara, su plan era mostrarnos su amor y bondad a través de Cristo.”
2 Timoteo 1 9 (BV.)


La Palabra de Dios nos aclara este asunto.
“Es por gracia mediante la fe en Cristo que son ustedes salvos, y no por nada
que hayan hecho. La salvación es un don de Dios y no se obtiene haciendo el bien, porque
 si así fuera tendríamos de qué gloriar nos.”
Efesios 2:8.9



Para el apóstol Pablo la esencia del evangelio es la buena noticia que Cristo murió por
nuestros pecados.
“Lo primero que hice fue transmitirles lo que me en¬señaron, que Cristo murió por
nuestros pecados tal como las Escrituras lo habían predicho.”
1 Corintios 15:3


“¡En ningún otro hay salvación! No hay otro nombre bajo
el cielo que los hombres puedan invocar para salvarse!”
Hechos 4 :12(BV)